- La Policía española les impedía la entrada por carecer de medios económicos y carta de invitación, aunque tienen familiares residentes legales en España
Una venía con su hija enferma a una consulta médica en una clínica privada española. La otra llegaba a españa a acompañar en el parto a su hija (residente legal en España). Ninguna de las dos traía carta de invitación... ni tampoco los casi 64 euros por día de permanencia que debe traer mínimo los extanjeros que quieren visitar España.
Los agentes de fronteras les habían denegado la entrada en España el pasado 5 de mayo, cuando llegaron en un vuelo de la compañía Santa Bárbara procedente de Venezuela, según han informado sus abogados de oficio.
Afortunadamente, la Justicia española ha impedido in extremis que las dos venezolanas fueran devueltas a su país y obligó a la Policía española a hacerlas bajar del avión en el aeropuerto madrileño de Barajas.
María Carolina G. volaba con su hija, de cuatro años, que se desplaza en silla de ruedas porque padece una enfermedad neurológica. La segunda afectada es Helda Josefina Loyo que venía a visitar a una hija, residente legal en España, porque iba a dar luz.
Tras ser retenidas por la Policía, los abogados del turno de oficio de Madrid interpusieron dos medidas cautelares urgentes ante los juzgados de lo contencioso-administrativo. En el primer caso, el juez no sólo ordenó la suspensión de la devolución, sino que decretó la entrada inmediata en el país.
En el segundo caso, el magistrado también paralizó la devolución a Venezuela, pero estableció que la ciudadana permaneciese en territorio internacional hasta que se celebrase la vistilla. Ayer por la tarde se celebró la vista y el magistrado estableció que Helda Josefina Loyo entrase en España de inmediato.
Una de ellas intentó gestionar la carta de invitación pero cada vez le ponían una pega distintaLa Policía les había denegado la entrada en España por carecer de la carta de invitación y de los medios económicos que se exigen para ingresar en el país y que alcanzan los 63,3 euros por persona y día.
María Carolina G. alegó que su hermana, residente legal en España, les iba a facilitar alojamiento y había tratado de gestionar la carta de invitación, pero no lo consiguió porque "cada vez le ponían un problema distinto", según informa la agencia Efe.
Además, explicó que tenía una cita para que su hija fuera sometida a un reconocimiento médico en una clínica privada española, lo que fue reconocido por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 22 de Madrid. El juez autorizó la medida cautelar urgente por la minoría de edad de la niña, y porque tienen familiares legales residentes en España.
La otra pasajera, Helda Josefina Layo de Terán, viajaba a España para ayudar a su hija ante el nacimiento de su hijo. Por este motivo, el Juzgado número 11 paralizó el retorno a su país.
'Cada vez vienen menos inmigrantes, pero la Policía se equivoca más', dice un abogado"De las 50 devoluciones diarias, hemos pasado a sólo siete. Justo ahora cuando vienen mucho menos extranjeros con la intención de quedarse en España, la Policía se equivoca mucho más", aseguró a ELMUNDO.es el coordinador del servicio de Extranjería del turno de oficio de Madrid, Marcelo Belgrano.
Este letrado critica que los trámites para conseguir las cartas de invitación son muy farragosos y que hasta que para que venga "tu madre a visitarte tienes que hacerle una carta de invitación".
Desde el año 2007, para alojar en un piso a un familiar que viene del extranjero hace falta una carta de invitación que se tramita ante la Policía y no ante notario, como sucedía antes de junio de ese año.
Para conseguir el citado documento, hay que acreditar una ristra de requisitos: identidad, número de pasaporte, nacionalidad y residencia, tanto del invitado como de su familiar en España, el título de propiedad o contrato de arrendamiento de la vivienda y acreditar la relación o vínculo con el invitado.
Desde hace tiempo, las ONG vienen denunciando la tardanza en estos trámites que se llevan a cabo en las comisarías de policía y la discrecionalidad con la que Policía de fronteras pide o no la citada carta en los aeropuertos.
(Con información de http://www.elmundo.es/)
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